Cuando por primera vez tuvimos oportunidad de ver las Noches de Cabaret
con Lucía Méndez, fue en la primavera de 1990 en el desaparecido centro
nocturno El Patio, en la calle de Atenas 9, donde por seis meses, de miércoles
a domingo el público abarrotaba el lugar para ovacionar a su estrella.
Siguió una gira internacional por cuatro meses para a fin de 1991, cerrar
el ciclo con broche de oro en una triunfal temporada de dos meses en el Teatro
Blanquita con dos funciones diarias de martes a domingo.
Este evento fue el parteaguas en la carrera de Lucía ya que además del sketch de muy buen gusto con travestis
caracterizados como cada uno de los personajes de sus telenovelas, la diva
presentó el controvertido sketch de
La Meneada, donde supuestamente era invitada a un programa de televisión y la
anfitriona era una enana.
Se rumoró que la conductora a quien la diva supuestamente hacía alusión
en el sketch, se quejó con los altos
mandos de la empresa alegando que no sólo se burlaba de ella a nivel personal,
sino de un producto de la empresa como lo era su exitoso programa televisivo.
Se dijo que esto bastó para que al estar protagonizando la telenovela
Marielena en Telemundo, y la empresa adquirir en Estados Unidos la cadena
televisiva de la competencia, Lucía automáticamente quedó fuera de sus filas,
maracando su carrera para siempre.
Tuvimos oportunidad de presenciar las Noches de Cabaret originales en El
Patio, en el Teatro Blanquita, en Monterrey, Saltillo, San Antonio, dos veces
en Laredo, Texas, porque sí, Lucía llenaba a reventar todos los locales donde
se presentaba y en nuestro pueblo se presentó dos noches seguidas, algo inédito
entonces.
Jamás imaginamos que 21 años después el espectáculo renovado seguiría
dando de qué hablar y de qué forma.
En junio de 2011 fuimos testigos en dos ocasiones más del resurgimiento desde
las cenizas del polémico show, esta vez en el Babilonia Show Center, lo que un
día fue el Jubilée, la disco donde Luis Miguel grabó su video ochentero Palabra
de honor teniendo como modelo a Adela Noriega.
Todo estuvo espléndido y glamouroso, pero creemos que el sketch con los travestis estuvo un poco
pasado de tono rayando en el mal gusto, concesiones que su consorte y productor
de los 90s jamás habría permitido.
Fue ése el único pero que le pusimos porque fuera de ahí lo encontramos
fresco y renovado, un marco espléndido para una vez más ver triunfar a una gran
estrella, porque reconozcamos que, aunque Lucía ha sido tachada de muchas
cosas, ciertas o no todas ellas, no podemos negar que hoy por hoy es nuestra
máxima estrella, insisto, nos guste o no.
El espectáculo del Babilonia daba para más y fue muy lamentable que
terminara por un chisme-escándalo, de esos tan socorridos hoy día por la mala
prensa y temimos que hasta ahí llegaría, pero una vez más comprobamos que a la Méndez
lo que no la mata la fortalece.
En noviembre del año pasado abarrotó una única noche el Teatro
Metropólitan y ella siguió insistiendo que habría gira para 2012 de lo que sus
detractores entre colegas, público y malos periodistas se burlaban.
Por eso nos da mucho gusto volver a ver dos veces más a Lucía Méndez
llenando teatros en su totalidad, en esta ocasión en el Teatro de la Ciudad de
Piedras Negras, Coahuila.
De nueva cuenta reinventa el mismo concepto de sus Noches de Cabaret,
esta vez escoltada por dos grandes voces como lo son Manoella Torres, a quien
habíamos visto triunfar hacía apenas seis semanas en el Auditorio Nacional con
las GranDiosas, y Rocío Banquells, a quien no habíamos tenido oportunidad de
volver a ver en directo desde que se presentó con Evita en Nuevo Laredo en 1981.
Lo llamamos Noches de Cabaret
reloaded porque fue lo que hizo Omar Suárez con nueve músicos (que incluyen
cuatro metales, ¡gracias un millón, Omar!), cuatro coristas, ocho bailarines,
varios acróbatas, y de manera inteligente suprimió la parodia de los travestis recargando
el show musicalmente con dos grandes de la música que han triunfado cada una
por su lado a la par de Lucía desde hace 40 años y nos entregan dos horas y
media de éxitos salpicados de nostalgia.
Manoella nos regala varios de sus éxitos y la sorpresa fue Hoy lloré por
ti, el que fuera el tercer sencillo de su LP Acéptame como soy en 1984.
Rocío Banquells por su parte, nos regaló varias sorpresas muy memorables
destacando especialmente Con él, tema que en 1986 le fue vetado por la radio y
la televisión por ser considerado muy fuerte al abordar el tema de un marido
bisexual.
Lucía Leticia nos sorprente espléndidamente caracterizada como doña
Leonor de Santiago, personaje de época de su telenovela El extraño retorno de
Diana Salazar, con todo y caireles, ojos amarillos, acróbatas volando por los
aires, fantasmas espantando al público, gemidos, gritos, susurros y mucho humo.
Y ¡qué final! fue un cúmulo de emociones ver a las tres artistas
haciéndose mutuo homenaje en un memorable trío perfectamente acopladas y lo que
es mejor, es tanto el éxito de la gira la cual estaba programada para cinco
fechas, se ha extendido una semana más, señal de que de nuevo Lucía Méndez
quien sigue siendo con frecuencia objeto de injustas burlas, no ocupa mente en
eso y sigue triunfando junto con sus invitadas de honor.
Aunque es cierto que no es lo mismo los Tres mosqueteros que 20 años
después, una vez que otra vez atestiguamos el éxito de un espectáculo que sigue
dando para más, confirmando que como dice el tango, 20 años no es nada, mucho
menos para Rocío Banquells, Manoella Torres, Lucía Méndez y su público, lo que
nos llena de complicidad y nos hace un nuevo ente.