jueves, 19 de agosto de 2010

We are the world




La devastadora habruna provocada por la inclemente sequía que afectó por varios años al país africano de Etiopía dio pie para que, en enero de 1985 Michael Jackson (cuando vivía y era negro) y Lionel Richie compusieran una de las canciones más bellas con mensaje humanitario que jamás se hayan escrito, y convocaron a un grupo de entusiastas artistas, verdaderas estrellas, todos bajo la producción del talentosísimo Quincy Jones para agruparse con el nombre de USA for Africa (United Support of Artists for Africa) y grabar el tema We are the world, y me refiero a la versión original, no a la mamarrachada que sacaron a principio de este año, no cabe duda que segundas partes nunca fueron buenas.

La idea era comercializar un LP, video, libro, póster y camisetas (tuve la mía y su misteriosa desaparición ya saben a quién se la debo, madre, no sabes cuánto te lo agradezco) cuyas ganancias serían y fueron destinadas a apoyar a Etiopía, y el proyecto no tuvo éxito, sino que fue todo un suceso al lograr vender más de 20 millones de discos y recaudar más de 50 millones de dólares de entonces, que era la meta, y en lo que va de la historia casi se ha duplicado dicha cantidad.

Además del éxito monetario y humanitario del proyecto, la canción fue todo un éxito radial, ocupando el primer lugar de Billboard por varias semanas.

En total fueron 45 figurones quienes se reunieron y entre los que destacan quienes tuvieron líneas de solistas quienes en 1985 se encontraban en la cima del éxito como Lionel Richie, Stevie Wonder, Paul Simon, Kenny Rogers, James Ingram, Tina Turner, Billy Joel, Michael Jackson, Diana Ross, Dionne Warwick, Willie Nelson, Al Jarreau, Bruce Springsteen, Kenny Loggins, Steve Perry, Daryl Hall, Huey Lewis, Cyndi Lauper, Kim Carnes, Bob Dylan, Ray Charles y Jeffrey Osborne (mencionados en orden de aparición).

Jamás se supo de problemas entre ellos durante las grabaciones ni mucho menos de actitudes divistas, de que si yo solamente hago coros, o de que si fulano tiene más líneas solistas que yo, o por qué ella sí y yo no, tal y como sucedió cuando copiando una exitosa idea espontánea, meses después se reunieron los artistas hispanos para hacer lo propio resultando algo verdaderamente desastroso y de lo cual les escribiré en otra ocasión.

Haz click aquí para ver el video de la versión original de 1985.

lunes, 9 de agosto de 2010

Los blue jeans









Quien comenzara el desorden de poner su nombre a los pantalones de mezclilla o blue jeans, como se les llamaba entonces fue Gloria Vanderbilt a finales de los setenta y todas las niñas fresas algunas veces discretamente y otras no tanto competían entre ellas a ver quién tenía más pares. Era sólo el comienzo.

Creo que era 1980 cuando Calvin Klein lanzó una polémica campaña publicitaria teniendo como imagen a una Brooke Shields quinceañera quien posando de manera sensual nos seducía ingenuamente desde la televisión con el tan famoso slogan ochentero "you want to know what comes between me and my Calvins? Nothing” (¿Quieres saber qué hay entre mi y mis Calvins? Nada).

Debemos recordar que la carrera de Brooke Shields se caracterizó en sus inicios por atreverse a mostrar sólo un poco, como dando picones cuando todavía tenía los senos del tamaño de un durazno, y como muestra tenemos a la más que precoz The blue lagoon (Randal Kleiser, 1980) y a la cachonda Endless love (Franco Zeffirelli, 1981), así que una campaña publicitaria de unos inocentes pantalones vaqueros con unas poses sensualonas, no le venían nada mal, sin mencionar lo que le pagaron por ello.

Podría asegurar que esta campaña fue la primera en llevarse a cabo de una forma agresiva por vender pantalones vaqueros, utilizando a una figura protagónica entre los adolescentes, y que además de los spots televisivos se colocaron espectaculares en Times Square así como anuncios en revistas de la época.

Aquí puedes ver el video de dichos comerciales de la campaña.

Además de los Calvins, con le tiempo comenzaron a ponerse de moda otras marcas, las cuales se caracterizaban por estilizar un poco los tradicionales pantalones vaqueros Levis, Lee y Wrangler hasta entonces conocidos y cuyo propósito original era para que soportaran la carga de las duras jornadas de trabajo duro de los obreros norteamericanos.

La estilización consistía en hacer la mezclilla menos dura, un poco más delgada, ponerles costuras en los costados de las piernas, lo que le daba un toque más nice al pantalón, y algunos de ellos bordaban en la bolsita para llaves sobre la bolsa delantera derecha, el logo de la marca, lo que le daba cierto caché, sin restarle importancia al llamativo bordado de las bolsas traseras.

Ni como olvidar a los famosos Jordache o a los Sergio Valente, los más vaquerones de todos, y entonces los jeans de diseñador eran un must entre la raza para ir al cine, a guerrerear o a la Placita Longoria.

Si por lo menos no fuiste el feliz poseedor de un par de vaqueros de diseñador mencionados en éste artículo, no puedes presumir de haber gozado la maravillosa década de los ochentas.

domingo, 1 de agosto de 2010

El pequeño panda de Chapultepec



Tras demagógico sloganuna expresión de amor vale más de mil palabras”, resumían lo que para el pueblo mexicano representaba el nacimiento del primer oso panda nacido en cautiverio allá en el verano de 1981.

El país pasaba por una situación muy difícil, el peso se desplomaba en caída libre, lo que llevaría poco más de un año después a la nacionalización de la banca y con ello al control de cambios, haciendo los dólares un producto de mercado negro literalmente.

Que si campañas publicitarias de las empresas colgándose del pandita, y cuando todo mundo creía que se iba a llamar Cancun, nos salen con la macrojalada de convocar a un concurso a nivel nacional para ponerle nombre al hijo de Pe-Pe y Ying-Ying, los pandas gigantes a quienes les dio por darle vuelo a la pasión y eran huéspedes distinguidos del zoologico de Chapultepec entonces al mando de la polémica Dra. María Elena Hoyo.

Un niño tarahumara tuvo la inspiración divina de nombrarlo Tohuí.

Entonces que se juntan el hambre con las ganas de comer, y para principio de 1982 Discos Gamma tuvo la genial ocurrencia de lanzar un single dedicado al nacimiento del tristemente célebre pandita con la interpretación ni más ni menos de Yuri, quien estrenaba su álbum “Llena de dulzura” y aunque ya se encontraba en los anaqueles de las tiendas de discos, hubo que literalmente parar las prensas para poder agregarle el tema recién salido de la nutrida inspiración de Laura Gómez Llanos.

La diquera quedó tan satisfecha con el resultado de un millón de discos vendidos gracias al pandita que la compositora tuvo la genial ocurrencia de proponer un álbum completo para Yuri con temas de su inspiración dedicados al pandita.

Los dioses aztecas estuvieron de nuestro lado y evitaron que dicho proyeco se concretara, ya que Yuri comenzaba a sobresalir como baladista juvenil y no le quedaban temas con cosas como “pequeño panda, aún no andas y ya queremos verte jugar con tu mamita que está orgullosa porque naciste en nuestra ciudad, en nuestro bosque maravilloso donde yo gozo y soy muy feliz”. ¡Qué horror!

Por aquélla época sonaban en la radio Yuri además del tema en cuestión con su “Maldita primavera”, José Luis Rodríguez “El Puma” con “Dueño de nada”, Luis Miguel con “Mentira” y “1 + 1 = 2 enamorados”, Menudo con “Súbete a mi moto”.

Al otro lado del charco trinfaban en la radio Survivor con “Eyes of the tiger”, The Stevie Miller Band con “Abracadabra”, Toto con “Rosanna” y Chicago nos decía “Hard to say I’m sorry”

Las telenovelas del momento eran “El derecho de nacer” con Verónica Castro, “Al final del arcoiris” con súper Olga Breeskin, “El amor nunca muere” con Christian Bach, y “Déjame vivir” con Daniela Romo.