Nota aclaratoria: Al final de este texto se encuentran fotos de desnudos de la personalidad de quien nos ocupamos en esta ocasión, las cuales podrían herir su sensibilidad, si es que aún les queda alguna. Véanlas bajo su propio riesgo y morbo. Por mi parte me deslindo de cualquier responsabilidad sobre cualquier impresión que dichas imágenes pudiesen ocasionar.
En 1977, Elizabeth Aguilar González había sido Señorita Estado de México y al haber sido vencida por Felicia Mercado Aguado en el Señorita México, le tocó representar a México en el Miss Mundo, donde logró colarse entre las 15 semifinalistas, además de que su actitud coquetona y cachonda, cautivó a la prensa desde su llegada al certámen.
Corría la primavera de 1984, y de pronto dejó el exitoso programa No empujen con Raúl Ástor y donde junto a Felicia Mercado, Elizabeth Dupeyrón y Alejandra Peniche, Elizabeth Aguilar formaba parte del tan popular “atractivo visual”, como cada jueves por la noche el conductor llamaba a las cuatro chicas.
Aunque bastante fresona para lo que vemos hoy en las pantallas televisivas, Elizabeth, además de ser una guapa morena tipo mestizo, era muy pispireta y literalmente seducía a la cámara.
Tales cualidades le bastaron para que le ofrecieran un atractivo contrato en los tan escasos dólares de entonces, para hacer historia dentro de las publicaciones para caballeros en México.
Elizabeth fue invitada a tener el privilegio de ser la primera playmate mexicana al mostrar al mundo, no sus carnes espléndidas, como diría García Márquez, pero sí abundantes para la revista Playboy, y en la edición de junio de 1984, engalanaba la portada, y adornaba sus páginas con su mestiza belleza y desde el ceterfold, que era el póster plegable que venía al centro de la revista, transmitía a los lectores su mirada seductora.
Pero no todo fue dulzura y sensualidad, ya que la flamante playmate azteca tuvo que enfrentar fuertes críticas y señalamientos no por parte de la prensa, quien le diera su incondicional apoyo, sino por parte de organizaciones religiosas quienes protestaron para que retiraran la publicación del mercado. ¿Les suena conocido el escándalo?
Si se arman de valor les invito a echarles un vistazo a las fotos, están muy bien logradas, y podemos darnos cuenta de que los prototipos de belleza van cambiando, y lo que ven ahí verdaderamente era un cuerpazo impresionante, era del tipo buenona, chichona, piernuda y nalgona, nada que ver con las anoréxicas de hoy, cuyos cuerpos muchas veces parecen sacados de National Geographic.
Recuerdo a Raúl Velasco escandalizado, declarando en su programa mientras la entrevistaba, que no entendía por qué se había atrevido a dejarse fotografiar “así”, pues jamás mencionó ante su público familar que en las fotos estaba desnuda, a lo que ella sin tapujos respondió que lo hacía primero por dinero, porque le habían pagado muy bien, y por la proyección que le daba el salir en la portada de una revista de tal nivel, pues ella soñaba con ser chica Bond.
Posteriormente grabaría un discazo que no tuvo éxito y le darían un programa que pasaba los domingos a las once de la noche que se llamaba Elizabeth en escena, donde hacía sketches cómicos con toque sensual, que hoy día matarían del aburrimiento a cualquiera. Se ve más en las telenovelas.
El programa solamente tuvo cuatro emisiones, lo que nos deja de manifiesto que no basta con un cuerpazo, ni con una fotogenia, sino el éxito lo da una extraña conjugación de una extraña serie de extraños factores.
Elizabeth Aguilar tuvo su momento, brilló y lo aprovechó. Con el paso del tiempo, tristemente comprobamos que no es recordada más que por haber sido la primera mujer mexicana que se atreviera a enseñarle el King Kong al conejito de Playboy.
y ahorita le hace de abuela en capitulos de la rosa de guadalupe.. pero puff muy linda en sus tiempos... aunque una depiladita en ese entonces no le hubiera caido mal...
ResponderEliminarcamarada en ese entonces a los hombres asi nos gustaban .........¡ PELUDAS !
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